Categoría gramatical / tiempo verbal de denunciándoles

Como Conjugación De Denunciar

Verbo Transitivo

Los Verbos Transitivos son aquellos que necesitan de complemento para tener sentido pleno.

Gerundio De Denunciar

El gerundio es una forma no personal del verbo y por lo tanto invariable. Se forma añadiendo el sufijo -ndo. Sirve para expresar una acción no finalizada, que todavía está en curso, no finalizada. Existe la forma simple (comiendo) y compuesta (habiendo comido). Dentro de la oración puede desempeñar una función verbal, generalmente en sentido imperativo, o la función de especificar un sustantivo como si se tratase de un adjetivo. Veamos uno ejemplos:

  • ¡Arreando!; todo el mundo a hacer las maletas que nos vamos Aquí arreando actúa como verbo de caracter imperativo
  • Llegaremos andando. Aquí andando actúa como verbo y hace referencia a una acción no finalizada
  • Me quemé la mano con agua hirviendo. Aquí hirviendo actúa como adjetivo, matizando el sustantivo agua

Ejemplos con la palabra Denunciándoles

Tarquino, después de aquella gran batalla en que perdió el hijo que cuerpo a cuerpo peleó con Bruto, retirándose a Clusio, pidió socorro a Larte Porsena, hombre que entre los régulos de la Italia era el que tenía mayor poder, y que gozaba, además, la opinión de recto y amigo de gloria. Prometióle su auxilio, y lo primero que hizo fue requerir a los Romanos sobre que Tarquino fuese restituido, mas como éstos no le diesen oídos, denunciándoles la guerra, y tiempo y lugar para el combate, se encaminó a éste con poderoso ejército. Fue Publícola elegido segunda vez cónsul en ocasión de estar ausente, y con él Tito Lucrecio: regresando, pues, a Roma, y queriendo dar a entender que en ánimo se aventajaba a Porsena, fundó la ciudad de Sigluria, hallándose ya éste a poca distancia, y cercándola con murallas a grandes expensas, envió allá setecientos colonos, mostrando que no le daba gran cuidado la guerra. Invadidos repentinamente los muros de Roma, y acosados los centinelas por Porsena, dando éstos a huir, estuvo en muy poco que no introdujesen consigo en la ciudad a los enemigos. Acudió luego a las puertas Publícola en su socorro, y trabando batalla junto al río, contuvo a los enemigos, que con bastante tropa trataban de violentarlas, hasta que, herido gravemente, fue preciso que en brazos ajenos lo retirasen de la acción. Como después hubiese sucedido lo mismo a su colega Lucrecio, cayó en los Romanos el desaliento, y sólo por la fuga hacia Roma se salvaron. Persiguiéronlos los enemigos por el puente, y corrió el peligro Roma de ser tomada por armas. El primero Horacio Cocles, y luego con él otros dos de los más distinguidos, Herminio y Larcio, se pararon e hicieron cara en el puente. Dióse a Horacio la denominación de Cocles, porque perdió uno de los ojos en la guerra, aunque otros dicen que fue a causa de ser muy romo, y tener la nariz tan aplastada, que casi no había nada interpuesto entre ambos ojos, y las cejas estaban unidas, por lo que muchos dieron en llamarle Cíclope, y después, deslizándose la lengua, prevaleció entre la muchedumbre el llamarle Cocles. Éste, pues, parándose delante del puente, acuchilló a los enemigos, hasta que por la otra cabeza rompieron el puente los dos que con él se habían detenido. Entonces, arrojándose en el río armado como estaba, le pasó a nado hasta arribar a la otra orilla, aunque herido en una pierna con una lanza etrusca. Admirado Publícola de su valor, mandó por lo pronto a todos los Romanos que cada uno le contribuyese con la comida que consumía en un día, trayéndosela al punto, y después le distribuyó tanto campo cuanto en un día pudiese rodear con el arado. Además de esto, pusieron su estatua de bronce en el templo de Vulcano, consolándole con este honor la cojera que la herida le produjo.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra denunciándoles

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba