Categoría gramatical / tiempo verbal de contentaran

Como Conjugación De Contentar

Verbo Transitivo

Los Verbos Transitivos son aquellos que necesitan de complemento para tener sentido pleno.

Verbo Pronominal

Los Verbos Pronominales son aquellos que se conjugan junto a un pronombre átono.

2ª Persona Plural Del Pretérito Imperfecto De Subjuntivo De Contentar

El Pretérito Imperfecto de Subjuntivo se utiliza en oraciones subordinadas para expresar cortesía o respeto y puede tener sentido de pasado, presente o futuro. Veamos algunos ejemplos:

• Fui afortunado de que supiera exactamente lo que necesitaba. Aquí tiene sentido de pasado
• Si tuviera la necesidad, lo haría. Aquí tiene sentido de presente
• Quisiera que jugara conmigo otra partido. Aquí tiene sentido de futuro
• Si usted pudiera ayudarme, le estaría muy agradecido. Aquí expresa und eseo de manera cortés

Como Conjugación De Contentar

Verbo Transitivo

Los Verbos Transitivos son aquellos que necesitan de complemento para tener sentido pleno.

Verbo Pronominal

Los Verbos Pronominales son aquellos que se conjugan junto a un pronombre átono.

3ª Persona Plural Del Pretérito Imperfecto De Subjuntivo De Contentar

El Pretérito Imperfecto de Subjuntivo se utiliza en oraciones subordinadas para expresar cortesía o respeto y puede tener sentido de pasado, presente o futuro. Veamos algunos ejemplos:

• Fui afortunado de que supiera exactamente lo que necesitaba. Aquí tiene sentido de pasado
• Si tuviera la necesidad, lo haría. Aquí tiene sentido de presente
• Quisiera que jugara conmigo otra partido. Aquí tiene sentido de futuro
• Si usted pudiera ayudarme, le estaría muy agradecido. Aquí expresa und eseo de manera cortés

Ejemplos con la palabra Contentaran

El capitán repitió varias veces que no había agua, que se contentaran con la media ración.

ternura se contentaran con vencer a sus enemigos, y lanzarlos a la otra parte de los mares, se.

Desengáñese, Uribe, si los blancos se contentaran con las blancas, las pardas no mirarían para los blancos.

Así se explica que los villabravenses de procedencia casi mitológica y divina, parientes del dios del rayo y hermanos del dios de la guerra, valerosos y sublimes guardianes de aquella sociedad que se juzgaba propietaria de la merced celeste, no se contentaran esa tarde con jurar y «repartir» desvergüenzas, sino en poner en práctica el bárbaro proceder de sus ascendientes, tirando a Julián Hidalgo de cabeza por la tribuna abajo.

¡La maldita desconfianza! Habló, pues, del balandro durante una buena parte de la comida, después de ponerle, y de ponerse él mismo, a las órdenes de Nieves para dirigirle, de la hermosura y comodidad de la bahía para voltejear en ella, con una brisa bien ''entablada'', las personas que se contentaran con poco, de la intensidad de este mismo placer recibido en alta mar, del inglés, su amigo, con quien tantas veces le había gustado, de su destreza, de su valor, de su carácter.